Acudí al médico e iniciá tu tratamiento lo antes posible. Algunos medicamentos modificadores de la EM son más efectivos si se administran enseguida del diagnóstico definitivo. Tu médico será un aliado para toda la vida, por eso es clave que logres establecer un vínculo de confianza con tu neurólogo, que conecten y puedas sentirte con libertad de preguntar todo lo que quieras. Ningún tema debería ser tabú con tu médico.
Es importante que te sientas en confianza con tu neurólogo para sacarte todas las dudas que tengas no solo sobre la enfermedad, sino sobre los tratamientos, medicamentos y sus posibles efectos secundarios. La rehabilitación física y cognitiva y los tratamientos modificadores pueden tener un impacto relevante en la evolución de la EM y ayudar a mitigar algunos síntomas y emociones negativas.
• Antes de ir a la consulta:
- Elegí una libreta, cuaderno o usá las notas de tu celular para anotar todas las dudas y preguntas que quieras hacerle a tu médico. Antes de la primera consulta, o entre una consulta y la otra, llevá ese registro personal de todo lo que querés saber, así como todo lo que te va ocurriendo: empujes, síntomas, reacciones adversas frente a la medicación, sensaciones físicas o emocionales, entre otras.
- Organizá y prepará toda la documentación que tenés que llevar a la consulta y planificá qué vas a hacer cuando llegues al centro de salud. Tener pensado y anotado el camino que deberás hacer cuando llegues al centro de salud te evitará inconvenientes, te ayudará a organizarte mejor y te ahorrará tiempo. Por ejemplo:
- 1 - Retirar la orden en el mostrador.
- 2 - Anunciar a la enfermera el número que tenés.
- 3 - Pedir constancia médica para presentar en el trabajo.
- 4 - Ir a la caja a pagar el estudio indicado por el médico.
- 5 - Ir al mostrador de coordinaciones y entregar la constancia de pago para marcar día y hora del estudio
- 6 - Ir a la caja de farmacia.
- 7 - Retirar la medicación.
- Pedile a alguien de tu confianza que te acompañe a la consulta. Siempre y cuando sea posible, estar acompañado es mucho mejor, no solo para poder escuchar en conjunto al médico, sino para facilitarte hacer alguno de los trámites si a ti se te dificulta hacerlo
- Llevá la lista de la medicación que estás tomando:
- 1 - Nombre del medicamento.
- 2 - Nombre del principio activo de la medicación. El principio activo (o sustancia activa) es toda sustancia o mezcla de sustancias destinadas a la fabricación de un medicamento y que, al ser utilizadas en su producción, se convierten en un componente activo de dicho medicamento destinado a ejercer una acción farmacológica, inmunológica o metabólica.
- 3 - Marca.
- 4 - Dosis que estás tomando.
- Llevá una mochila o bolso donde tengas todo lo necesario bien ordenado:
- 1 - Documentos.
- 2 - Dinero.
- 3 - Botella de agua.
- 4 - Listado de preguntas/dudas.
- 5 - Libreta y lapicera para tomar apuntes.
- Usá ropa cómoda, que sea fácil de retirar en caso de que debas mostrarle al médico alguna parte de tu cuerpo, como por ejemplo alguna reacción adversa a la medicación.
- Llegá unos minutos antes de la hora de consulta.
• Durante la consulta:
- Entregá tu orden o indicále a la enfermera que estás para ver al doctor.
- Ubicate cómodamente en el consultorio. Sentante y apoyá la mochila o bolso en algún lado del consultorio que el médico te permita, durante el tiempo que estés en consulta.
- Al ingresar a la consulta dejá que el médico te haga todas las preguntas que consid- ere necesarias. Contestá con la mayor sinceridad y honestidad posible.
- Comentale a tu médico que tenés algunas dudas que fuiste registrando desde la última vez que tuviste consulta, y realizalas. Si se agota el tiempo, guardá las dudas que quedaron para ver en la próxima consulta, pero no dejes temas sin abordar.
- Sé ordenado y preciso con la información que le das a tu médico. Dar detalles de fechas, acontecimientos y aparición de nuevos síntomas colabora para que el profe- sional pueda tomar mejores decisiones.
- En caso de que sea necesario, podés explicarle a tu médico que anotarás algunas cosas para no olvidar datos relevantes.
- Sé sincero. Si hay palabras que no comprendes, o temas que te generan incomodi- dad, anímate a decírselo a tu médico para poder generar mayor confianza y hablar sin tapujos de lo que sea.
- La EM es una enfermedad que afecta toda tu vida. Preguntale al médico sobre sus sugerencias en relación a tu salud emocional, mental, nutricional, de estilo de vida. En caso que sea necesario, el propio médico puede sugerirte consultar con algún es- pecialista en particular.
- Si no comprendiste algo, pedile que te lo vuelva a explicar.
- Si vas a la consulta acompañado recordale a tu acompañante que vos sos el que tiene EM. Que agradeces mucho su apoyo y compañía, pero que es tu consulta y que la información que te de el médico querés manejarla vos y que la comunicaras vos mismo en la medida que lo creas pertinente.
- Acordá con tu médico la fecha aproximada de la próxima consulta.
- Al salir del encuentro con tu médico, intentá coordinar la próxima fecha de consulta, para ya dejar resuelto el tema.
- No abandones el centro de salud hasta estar bien seguro de haber evacuado todas las consultas y de haber realizado todas las gestiones necesarias. Asimismo, chequea si tienes todos tus artículos personales contigo (CI, monedero/billetera, abrigo, moch- ila, medicación, etc.)
No te olvides de:
• Tener escrito el nombre y apellido de tu médico neurólogo, médico general y otros especialistas que te ayudan a tratar la EM.
• Tener anotados los datos principales de tu centro de salud: dirección, teléfonos e internos de las diferentes áreas con las que te tendrás que comunicar, como el labo- ratorio, la farmacia, la central para pedir consultas, entre otros. También es útil saber los horarios y días de atención.
• Cada cierto tiempo, puede ser seis meses o al menos una vez por año, pedí tu histo- ria clínica. Muchas veces es útil para tener alguna consulta específica e incluso como método para mantener la documentación en orden.
• Asumir el compromiso que te impone tener EM. Nadie se va a ocupar de ti si vos mismo no lo hacés. Sin obsesiones, con criterio y serenidad, da todos los pasos nece- sarios para que la incertidumbre sea únicamente la que te impone la EM. Tener los temas ordenados y conocer los pasos a seguir te ayudan a bajar los niveles de ansie- dad.
• Ser claro con los profesionales de la salud. Tratá de ser paciente porque, aunque todos son médicos y están muy bien preparados y no todos los neurólogos tiene amplia experiencia en EM.
• Escuchar a tu propio organismo. Nadie te conoce tanto como vos mismo.
• Respetar las horas de sueño.
• Buscar terapias alternativas para calmar la mente. El mindfunless, el yoga o la med- itación te pueden ayudar.
• Compartir con tus seres queridos lo que en realidad te pasa y lo que sentís.
• En la medida de tus posibilidades, procurá un acompañamiento psicoterapéutico sostenido en el tiempo, tal vez en tu propio centro de salud.
• Buscar información de fuentes fiables. No leas cualquier cosa, ni te dejes influenciar por visiones catastróficas.
• Acercarte a personas que tengan Esclerosis Múltiple. Te puede ayudar a sentirte comprendido, conversar sobre algunas dudas de síntomas o de los diferentes tratam- ientos. También sobre formas de acceder a la medicación o síntomas secundarios con los que a veces tendrás que lidiar y no confundirlos con los síntomas de la propia enfermedad. Si bien nada sustituye la consulta médica ni el acompañamiento profe- sional, hablar con otras personas con EM te puede resultar práctico y reconfortante. Conectate con EMUR si querés conectar con otras personas con EM.