Acceso
a tratamientos

Aún no se conoce una cura para la Esclerosis Múltiple (EM), pero el tratamiento médico constante y la rehabilitación física y cognitiva han evidenciado un enlentecimiento en la progresión de la enfermedad.

La investigación avanza, los tratamientos médicos mejoran y el desarrollo de nuevos fármacos ha logrado modificar el curso de la enfermedad.

Es muy importante que no te automediques y que confíes esas decisiones a los especialistas en la materia.

El tratamiento de la EM debe ser integral y se basa en tres pilares fundamentales:

Tratamiento modificador
Es preventivo, se debe utilizar en forma constante y de acuerdo a la indicación médica. Logra disminuir la regularidad y severidad de los empujes y la formación de nuevas lesiones en el cerebro y en la médula espinal. La reacción al tratamiento es variable. La medicación puede tener efectos secundarios, por lo que es indispensable dar seguimiento con el neurólogo tratante.

Tratamiento del brote
No todos los brotes tienen indicación de tratamiento. Se actúa en aquellos empujes moderados o severos porque acelera la recuperación y colabora con la disminución de los síntomas. No modifica la evolución de la enfermedad. Generalmente, en estos casos agudos se utilizan corticosteroides.

Tratamiento sintomático
Se indica para tratar los síntomas que se asocian a la enfermedad y mejorar la calidad de vida.